"Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera."
Pablo Neruda
Es una costumbre extendida que al terminar cada año, hagamos balance del año transcurrido y empecemos el año con una lista de buenos propósitos y planes para el año que empieza. Es por ello que el mes de Enero es para muchos el momento en el que se empieza con ilusión nuevos proyectos... Sin embargo, en mi caso es la primavera la que me trae esos aires de cambio y de renovación y esas ganas de iniciar cosas nuevas. Atrás queda el invierno con sus días fríos y sus noches largas, propicios para el recogimiento y para pasar más tiempo en casa rodeados de los nuestros. Con la llegada de la primavera se van abriendo paso tímidamente los días luminosos, cálidos y largos que nos invitan a salir a disfrutar de la luz y del aire libre.
Yo he comenzado esta primavera con muchos proyectos fotográficos. A algunos aun les estoy dando forma y otros ya están en marcha... Probablemente algunos de esos proyectos se queden en el camino; otros se transformen para adaptarse a las circunstancias que surjan; y posiblemente alguno llegue incluso más lejos de lo planificado. Así es, y así me gusta que sea. Porque lo esencial es que cada primavera florecen nuevas oportunidades.
Yo entre tanto, como tantos enamorados de la fotografía, tengo mi cámara y mi espíritu listos para salir a fotografiar el mundo, aprovechando toda esa luz natural y esa explosión de color y alegría que empieza al arrancar la primavera.
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En una ocasión un fotógrafo al que admiro, comentó en un curso de fotografía infantil al que asistí, algo así como: "aunque os guste mucho fotografiar a los más pequeños, de vez en cuando salid a fotografiar otra cosa, eso dará oxígeno a vuestra mirada fotográfica". Aquello me gustó y esta primavera lo he empezado a poner en práctica.
